¿Quién y qué eres?
Tu identidad depende de tu historia y la interpretación que hayas sacado de la misma. Del aprendizaje obtenido de las emociones, cogniciones y sensaciones hasta la fecha.
Depende de tus expectativas y prioridades. También de tu realización personal, autonomía, relaciones de cariño, y por descontado del código postal donde hayas nacido (este marcador vinculado al territorio altera cuestiones económicas y sociopolíticas que influyen potencialmente en quiénes nos convertimos).
Eres un Homo Sapiens Sapiens “el humano que sabe que piensa”, la esencia del primate más abundante y extendida, caracterizada por el bimetalismo y habilidades cognitivas excepciones debido a un cerebro grande y complejo. Pero esto ya lo sabías…
Nuestro cuerpo engloba unos setenta y cinco billones de células vivas que, en su conjunto, configuran los componentes de nuestra biología: resistente y adaptativa.
Aunque todas las partes del cuerpo juéganos un papel fundamental en la integridad de nuestro ser, la cualidad que llamamos vida es el resultado de turbulentas interacciones, señales y reacciones dirigidas por el cerebro.
Es éste último, el que a través de un complejo sistema nervioso nos relaciona con nosotros mismos y con el entorno. Percibir información, interpretar y responder. Todo ello a través del movimiento propio y él de un entorno cambiante.
El movimiento es un elemento clave en la interacción, tanto como en el entorno, como con nosotros mismos. Constituye la base de la actividad física necesaria para construir nuestra salud física y emocional. Nos permite disfrutar de habilidades que dan sentido a nuestra existencia.
Moverte te conecta al propósito de vivir.
